Rostros de cálidos recuerdos
haciendo eco en el camino por cruzar.
Con flores se allana el sendero
y el cirio es la luz que marca el lugar.
Voces que invocan la memoria arrullando el olvido.
Despierta al dormido una vez más.
Cuidando las formas perpetuando ritos
guardando el mito un nuevo ciclo.
Cuando es más fuerte el corazón, se hace estorbo la razón y todo puede pasar.
¿Cuanto más importa a donde van si hoy están aquí?
Se pacta la hora, comienza el ritual,
convoca las huestes para la ocasión.
Primero el peregrino, después el caído
uno al curso del otro y se dejan estar.
Cita el relato de añejo momento
preserva por siempre aquel instante
comparte el calor de aquella imagen
que ya mañana será tarde.
Marchan de nuevo las almas
ataviadas con el afán de los vivos.
Ya no hay línea que divida ambos planos.
Hoy cumplen su promesa de jamás soltarnos.
Se apagaron un día como lo hace una flama.
Sin embargo hoy despiertan para borrar cada lagrima y dibujar una sonrisa.
Tradiciones que se vuelcan en favor de quienes le acatan.
Vacíos llenos de recuerdos
Vivan por siempre en la memoria mis queridos muertos.